Amán, capital de Jordania, es una fascinante ciudad de contrastes, mezcla única de presente y pasado. Está situada en una zona montañosa, entre el desierto y el fértil valle del Jordán. En el núcleo comercial de la ciudad, edificios ultramodernos, hoteles, pequeños restaurantes, galerías de arte y tiendas conviven con cafeterías tradicionales y diminutos talleres artesanos. Los barrios de Amán son diversos y su contexto cultural e histórico varía del bullicio de los mercados centrales a las galerías de arte de Jabal Lweibdeh y el moderno barrio de Abdali para ir de compras.
Numerosas aerolíneas operan en Amán a diario. Un servicio de autobús sale del aeropuerto cada media hora hacia la estación de autobuses de Abdali (Amán), pero el mejor medio de transporte para llegar a la ciudad es el taxi. El trayecto dura alrededor de media hora.
Desde Áqaba: Si se vuela a Áqaba, para visitar Amán se puede tomar uno de los vuelos diarios desde el Aeropuerto Internacional Rey Hussein de Áqaba. Si prefiere viajar por tierra, el trayecto dura cerca de 4 horas por la carretera del desierto y 5 horas por la pintoresca carretera del rey.