La sociedad árabe se basa en el honor y el respeto, y en este sentido, Jordania no es diferente. Los jordanos suelen ser amables, simpáticos y hospitalarios. Para la mayoría, las costumbres y tradiciones locales son fundamentales, pero suelen perdonar a los extranjeros que sin saberlo rompen sus normas de protocolo. No obstante, los visitantes que hagan el esfuerzo de cumplir las tradiciones locales se ganarán la simpatía de los jordanos.
La sociedad jordana aprecia en gran medida la estructura familiar, por lo que unirse a una familia para tomar el té puede ser una herramienta maravillosa para estrechar lazos, además de una manera estupenda de conocer la cultura local.